ERNESTO ALAYZA
UN BREVE HOMENAJA AL AÑO DE SU DECESO
El 14 de agosto del 2024, sufrimos la pérdida de Ernesto Alayza Mujica (1942-2024), hijo de Ernesto Alayza Grundy (uno de los fundadores de la Democracia Cristiana y profundamente inspirado en el Concilio Vaticano II), y persona muy comprometida con la Iglesia e inspirado no sólo en el Concilio sino también por la Teología de la liberación de Gustavo Gutiérrez.
Ernesto Alayza fue testimonio que el compromiso cristiano pasa por la acción en la sociedad y en las relaciones interpersonales. A partir de dicho testimonio dio cuenta que la vida de fe se despliega en la acción y que la reflexión teológica no es una actividad exclusiva de sacerdotes y teólogos, sino patrimonio de la Iglesia entendida como «comunidad de creencia». Con su testimonio quedó claro que el mensaje cristiano es el de «darse» a los demás, sin esperar recompensa y que la fe cristiana tiene que ser profética necesariamente.
En este sentido la vida de Ernesto Alayza estuvo plenamente comprometida con los Derechos Humano y con la expansión de los derechos y las libertades. Sociólogo de profesión con una maestría en Ciencia Política y Gobierno, promovió los espacios eclesiales y las instituciones de la sociedad civil promotoras de los derechos y las libertades. De esta manera, fue Secretario Ejecutivo de la Comisión Episcopal de Acción Social (CEAS) entre 1978 y 1991, y participó en la fundación de CEAPAZ (Centro de Estudios y Acción para la Paz). Al mismo tiempo participó en la fundación de la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos (CNDDHH), institución que articuló muchas instituciones de la sociedad civil comprometidas con la defensa de los Derechos Humanos y que tuvo un papel muy importante durante los años del Conflicto Armado Interno, denunciando las violaciones de los derechos de paste de la fuerzas del orden y también de parte de Sendero Luminoso y del MRTA, y posteriormente registrando el desmontaje del Estado de Derecho durante el Fujimorato.
El día de su deceso, CEAS expresó su penar con estas palabras:
Desde la Comisión Episcopal de Acción Social - CEAS, lamentamos el sensible fallecimiento de Ernesto Alayza Mujica, quien fuese secretario ejecutivo de CEAS en los difíciles años de la violencia política vivida en el Perú, y fundador de CEAPAZ. Un incansable luchador por el respeto de los derechos humanos en el Perú.
Y, a un año de su lamentable pérdida el Centro de Estudios y Publicaciones asociado al Instituto Bartolomé de las Casas expresó lo siguiente:
A partir de la década de 1960, la Iglesia católica peruana desarrolló un trabajo activo por la justicia social y la defensa de los derechos humanos en la perspectiva de la opción preferencial por los pobres y la teología de la liberación. Ernesto Alayza Mujica tuvo un rol decisivo en esta historia a través de su liderazgo en la Comisión Episcopal de Acción Social y otras organizaciones de la sociedad civil.
Entre los años 2015 y 2021, Ernesto Alayza fue Profesor Contratado a Tiempo Completo del Departamento Académico de Teología para el área de Ciencias de la Religión. Eso me permitió conocerlo como colega con quien compartía la oficina. Desde el inicio encontré en él a una persona abierta y capaz de acoger a personas y colegas de diferentes generaciones, además de alguien que se encontraba completamente comprometido con la Iglesia y la sociedad. Una persona de una gran espiritualidad dispuesta a la entrega fraterna. Además de una persona con una enorme experiencia de vida dispuesta a compartirla con los demás. Como profesor se hizo cargo del curso de Pensamiento Social Cristiano en el que articulaba el pasamiento social de la Iglesia con una vida entregada a la transformación del país. Su trabajo en la Universidad afirmó la importancia del área de Ciencias de la Religión en el Departamento de Teología. Lamentablemente hoy no se entiende ese valor y el aporte de las diferentes disciplinas al diálogo con la teología y la experiencia de fe. Además, el legado de la Teología de la liberación que inspiró la espiritualidad de Ernesto Alayza no se puede perder y debe ser renovado dentro de la Universidad y en otras instituciones como el IBC.