La teología de la liberación como crítica social
La teología de la liberación de Gustavo Gutiérrez tiene un aspecto teológico, uno espiritual, otro histórico y un aspecto de crítica política. Estas dimensiones se encuentran enfatizadas en las diferentes obras. En su libro La fuerza histórica de los pobres se enfatiza el aspecto más político y de crítica social.
Allí, Gustavo Gutiérrez lee y participa del proceso que va desde Medellín a Puebla, recurriendo a categorías tomadas de las ciencias sociales de orientación socialista, porque la conexión que se hace entre el evangelio con la emergencia del pobre en la teología así lo demandaban.
Con el paso de los años, la teología de la liberación tuvo que ir modificando las categorías sociales para analizar la situación del pobre. Así, se conectó con a) la teoría del desarrollo humano y de las capacidades desarrolladas por Amartya Sen y Martha Nussbaum o con b) el discurso postcolonial como herramienta de crítica social. A la par se sumó a la categoría pobre la del excluido.
Por otro lado, la situación político y social del mundo y de América Latina vio el surgimiento de lo que Julio Cotler denominó el surgimiento del «proletariado reaccionando» y lo que Antonio Zapata presentó con mucha claridad como el ascenso de las derechas cristianas. Ambos fenómenos resultaron ser un desafío para la voz crítica de la teología de la liberación y no queda claro de qué manera el giro hacia la teoría del desarrollo humano y hacia la teoría postcolonial puedan servir de antídoto contra el surgimiento de las extremas derechas cristianas en el mundo. Tal vez, la salida más efectiva en emprender la crítica a la presencia de los aspectos metafísicos que se encuentran en todas estas variantes presentes, siguiendo la estela de Kant.