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EL ABUSO DE LA DEMOCRATIZACIÓN

Publicado: 2022-12-22

El término “democratización” se ha puesto de moda entre los analistas políticos ylos científicos sociales. Con él se alude a procesos de inclusión de actores políticos que se encontraban excluidos, pero de una manera que termina por amenazar la democracia, sus reglas y procedimientos. A pesar de que Charles Tilly, uno de los grandes estudiosos del fenómeno de la democratización, ha insistido sistemáticamente entre las redes de confianza, la democracia y la democratización (Tilly, 2010b, 2010a); a pesar de ello, la retórica de la democratización puesta a rodar en nuestros días establece la desconexión entre la democracia, las redes de confianza y la democratización. El fenómeno que voy a denominar «el abuso de la democratización» no refiere a que la democratización sea un proceso en el que necesariamente se comete abusos, sino que se trata del recurso injustificado intelectualmente del mismo pero en vistas de conseguir objetivos políticos partidarios que no buscan necesariamente la inclusión social, sino más bien conseguir mayores cuotas de poder de parte de actores políticos que actúan a veces a espaldas de los y las ciudadanos, y otras veces las instrumentaliza. He tomado el término “abuso de la democratización” del texto que publicara Richard Bernstein inspirado en la retórica que se puso a rodar en la política estadounidense a raíz del 11 de septiembre del 2001, texto titulado «El abuso del mal» (Bernstein, 2006).

El abuso de la democratización al que me refiero es el que hace decir a muchos analistas, políticos y científicos políticos que el gobierno de Pedro Castillo en Perú constituyó un proceso de democratización, y que incluso su Golpe de Estado fallido era un paso en la profundización de la democratización misma. Sin embargo, este fenómeno retórico tiene su explicación en el devenir después de la crisis de la socialdemocracia de la posguerra. Acabada la Segunda Guerra Mundial, la articulación de la democracia basada en el «hecho del pluralismo» se había estabilizado en los trabajos de Jürgen Habermas y de John Rawls. Para ambos filósofos era claro que las sociedades democráticas de la posguerra estaban marcadas por un factum social dado, que Habermas llamaba «sociedad postmetafísica» y que Rawls denominó «hecho del pluralismo». Sin embargo, el tiempo mostró cómo la democracia socialdemócrata instaló un acuerdo consolidado en ciertos valores políticos que terminaron por dejar fuera a las demandas de grupos por medio de lo que Niklos Luhmann denominó «exclusión».

Ante dicho diagnóstico, la generación actual ha constatado que el pluralismo social no es un factum que hay que dar por asegurado, sino que es necesario generarlo, dandole cabida en la acción político y en la agenda pública a sectores excluidos. Ante este diagnóstico, se han abierto dos caminos de investigación para la filosofía social y política, y para la misma acción política. De una parte, se encuentra el camino de la democracia epistémica, del otro, el del populismo. La democracia epistémica ha venido siendo desarrollada por Rainer Forst y Cristina Lafont (Forst, 2012; Lafont, 2020). Se trata de abrir el espacio político al «espacio de las razones» (Sellars, 1997) a fin de poder ampliar el especto de agentes sociales con las posibilidades de presentar sus razones y recusar las normas sociales y políticas. De otro lado, el populismo recurre a la distinción entre la política y lo político (Laclau, 2020) para incluir el momento del acontecer político en el que irrumpe la fuerza de lo irracional para redefinir las reglas del juego político en vistas de mayor democratización. El problema de la salida populista es que erociona la democracia al debilitar los mismos procedimientos (Mudde, 2017; 2021). De esta manera termina coqueteando con nuevas formas de dictaduras (Arato, 2013). Sin duda, la retórica de la democratización se conecta inevitablemente con la deriva dictatorial del populismo contemporáneo, tanto de derecha como de izquierda. Es en ese sentido que el abuso de la democratización constituye una amenaza para las democracias en el mundo contemporáneo.

Arato, A. (2013). Political Theology and Populism. Social Research, 80, 143-172.

Bernstein, R. (2006). El abuso del mal: La corrupción de la política y la religión desde el 11 de septiembre. Katz.

Mudde, C. (2017). Populism. An Ideaciational Appoach. En The Oxford Handbook of Populism (pp. 46-70). Oxford University Press.

Forst, R. (2012). The Right to Justification. Elemens of a Constructivist Theory of Justice. En New York: Columbia University Press. Original publicado en el 2007.

Laclau, E. (2020). La razón populista. FCE. Original publicado el 2005

Lafont, C. (2020). Democracy without shortcuts: A participatory conception of deliberative democracy (First edition). Oxford University Press.

Mudde, C. (2021). La ultraderecha hoy (1a edición). Editorial Planeta. Publicado originalmente el 2019.

Sellars, W. (1997). Empiricism and the philosophy of mind. Harvard University Press.

Tilly, C. (2010a). Confianza y gobierno. Amorrortu.

Tilly, C. (2010b). Democracia. Akal.


Escrito por

Alessandro Caviglia Marconi

Filósofo. Profesor en la Pontificia Universidad Católica del Perú y la Universidad Antonio Ruiz de Montoya.


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