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FILOSOFÍA Y METAFÍSICA

¿SE PUDE NATURALIZAR A KANT?

Publicado: 2022-05-19

A raíz de la II Guerra Mundial, muchas disciplinas tuvieron que hacer frente con lo sucedido en ella. La historia, la teología y la filosofía fueron de aquellas que reaccionaron con prontitud. En el caso de la filosofía se procedió rápidamente a responder a aquél terrible acontecimiento tomando distancia de la metafísica. Es en ese sentido que Jürgen Habermas decidió cancelar la filosofía de la historia en el seno de la Escuela de Frankfurt, y a proclamar abiertamente que nos encontrábamos ya en un mundo postmetafísico. La generación de Habermas veía, en todo resalgo metafísico alguna huella del Nacional Socialismo.

Lo mismo sucedió en los Estados Unidos, donde ya se había vivido décadas antes los desastres de la Guerra Civil asociada a concepciones metafísicas del mundo que se habían enfrentado. Como resultado, surgió un nueva forma de pensar que se conoció como el pragmatismo norteamericano, que por momentos se asoció al espiritualismo dominante en la Francia del cambio de siglo, pero que finalmente encontró su asiento en el evolucionismo de Darwin. Con ese trasfondo, la filosofía estadounidense asumió una concepción naturalista de su quehacer y de la forma de leer a los filósofos. Así, en el mundo de la postguerra, postmetafísicos europeos y naturalistas estadounidenses tomaron la batuta del debate filosófico. En ese mismo periodo, John Rawls dudó entre aceptar alguna forma de metafísica y terminó inclinándose en una variante muy particular de pensamiento postmetafísico que terminó asentándose definitivamente en su Liberalismo Político de 1993.

Pero Rawls fue mas lejos y recuperó a Kant pero en una clave postmetafísica muy particular, que denominó «constructivismo». Lo que denominó “constructivo moral kantiano” no fue más que una forma original de «naturalizar a Kant» pero suavemente. Varios de sus seguidores tomaron dicha deriva, como fue el caso de Chrinstine Korsgaard, Onora O’Neiil y Barbara Herman. Sin embargo sucede que Kant parece resistirse a ese intento, como lo muestra claramente Robert Pippin en el primer capítulo de su “Interanimations” del 2015. Parafraseando a Korsgaard, Kant se presenta como una materia «reluciente», «renuente» y «resistente» a todo intento de naturalización. Parece ser que entre Kant y Darwin hay un desacuerdo fundamental, que ningún malabarismo neokantiano puede superar.

Mi sospecha es que mientras que Darwin sirvió perfectamente a los pragmatistas para cuestionar la metafísica dogmática imperante en las universidades estadounidenses de la primera mitad del siglo XIX, parece que no tiene el mismo éxito para reelaborar la metafísica crítica presentada por Kant. Esta metafísica crítica establece la distinción entre las estructuras trascendentales de la mente (las formas puras que permiten elaborar el conocimiento) y los fenómenos. Dichas estructuras trascendentales no son objeto de demostración alguna e implican, más bien un acto de confianza, mas que una “deducción” propiamente dicha. Al mismo tiempo, en el terreno de la filosofía moral, la idea de libertad (eje central de la idea moral) tampoco se puede demostrar. La filosofía de Kant sigue manteniéndonos en vilo ya que la forma de su metafísica trascendental no se puede naturalizar exitosamente, como lo demuestran Robert Pippin, Rainer Forst y Dieter Henrich.

De esta manera, parece que estamos condenados a seguir el camino de Korsgaard, O’Neill y Herman, y tratar de naturalizar a Kant o a aceptar la vigencia de la metafísica trascendental en tiempos declarados como postmetafísicos. Esto es así porque la idea moral y la idea de libertad parecen ser resistentes a toda forma de naturalización, y siguen persistiendo como ideas metafísicas, por donde se las vea. Ciertamente, la generación de la postguerra vio una necesidad imperante el deshacerse de toda metafísica, pero al hacerlo no distinguió la metafísica dogmática de la filosofía crítica, tirando al niño con el agua de la bañera. Este acto resulta complicado porque todo intento de una estética, así como de una teología críticas, y de una filosofía moral requiere recurrir a algo parecido a una metafísica crítica. De hecho, la reflexión mas avanzada presenta dicha exigencia a fin de seguir avanzando en su cometido, de modo que parece que no queda otro camino de asumir la rareza de la filosofía crítica kantiana que declara que somos libres y condicionados al mismo tiempo, fines en sí mismo a la vez de medios para los fines de otros, y que la idea moral está en nosotros bajo la forma de la libertad, aunque no podamos probarla. Parece que debemos de volver a considerar la rareza de considerarnos como fenómenos delmundo natural y como noumenos del mundo de la libertad.


Escrito por

Alessandro Caviglia Marconi

Filósofo. Profesor en la Pontificia Universidad Católica del Perú y la Universidad Antonio Ruiz de Montoya.


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