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IZQUIERDA BRUTA Y ACHORADA

Publicado: 2021-04-27

Después de la presentación del Informe Final de la CVR (IF-CVR) se articuló lo que se conoció como la Derecha Bruta y Achorada (DBA) que tenía como objetivo atacar al IF-CVR y arrinconar su discurso en el ámbito político. Así, la DBA atacaba los cimientos del Estado Democrático de Derecho y a los Derechos Fundamentales. Desacreditando los derechos humanos y combatiendo los derechos individuales (como los de las minorías sexuales y los derechos de las mujeres), así como los derechos de las comunidades amazónicas y andinas. Su bandera flameaba al tambor del mercado reformado a la medida del neoliberalismo y al adormecedor canto de sirena del conservadurismo social y cultural. La DBA era partidario del autoritarismo (en contra de la democracia), del neoliberalismo (en contra de los derechos sociales) y del conservadurismo cultural (con un discurso “PROVIDA” y “PROFAMILIA”). Los agentes de la DBA se habían instalado en todos los espacios de mando jerárquico: los medios de comunicación, las jerarquías eclesiales, las FF.AA., las empresas, las universidades empresa y en las organizaciones políticas autoritarias. Pero, de un tiempo a esta parte, a la DBA le ha salido su competencia. Igual de populista y reaccionaria, ésta se ha ubicado a sus antípodas. La DBA encontró su propio espectro, su calco: es como verse al espejo y descubrir que lo que antes estaba a la derecha, ahora se encuentra a la izquierda. Así fue surgiendo la Izquierda Bruta y Achorada.

Si la DBA se ubicaba del lado de todas las instituciones que mantienen el status quo del neoliberalismo, la IBA se encuentra en las antípodas. Es por ello que su grito de batalla es el de la “Nueva Constitución”, “Nuevo Estado, “Nueva Democracia”. No se trata, sino del populismo de izquierda que a proliferado desde la crisis del 2007. La IBA no es empresarial, sino académica. Se ha nutrido de los textos de Ernesto Laclau, de Chantal Moufre y de la crítica de David Harvey al neoliberalismo. Considera que los derechos humanos, los derechos de las minorías y los derechos culturales deben ser derrocados por el mandato del pueblo “puro y santo”. Lo “Común” es lo suyo, y una mala lectura de la Comuna de París corre por sus mentes. Lo suyo no es la política democrática, sino la epistemología política y el discurso de las nuevas epistemologías. La IBA palpita con ideas que no comprende y que piensa que porque son oscuras son más profundas y verdaderas. Consideran a Habermas, a Rawls y a Giddens como simple superestructura y sienten repugnancia por el constructivismo en metaética y por la social democracia. La IBA es autoritaria en lo político, confusa en lo económico y conservadora en lo cultural. Rechaza los derechos de las minorías, y es provida y profamilia. Y exige a sus seguidores que posterguen sus reivindicaciones de género en nombre de las exigencias de clase, porque el pueblo santo y puro así lo exige.


Escrito por

Alessandro Caviglia Marconi

Filósofo. Profesor en la Pontificia Universidad Católica del Perú y la Universidad Antonio Ruiz de Montoya.


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