#ElPerúQueQueremos

¿RECORDAR ES VOLVER A EXPROPIAR?

REFLEXIONES SOBRE "LA REVOLUCIÓN Y LA TIERRA"

Publicado: 2019-11-03


El documental “La revolución y la tierra” de Gonzalo Benavente Secco se ha convertido en uno de los más vistos en las salas de cine. Aborda de manera cuidadosa un tema que sigue siendo sensible en la sociedad peruana: la Reforma Agraria llevada a cabo Velasco. Y lo hace mostrando claramente una posición a favor, pero dejando ingresar voces en contra. Como bien se dice en el mismo documental, se trata de un tema del que no se quiere hablar para que se olvide, al igual que como sucede con los temas delicados de las familias: no se hablan ni ser tocan, y se espera que todo se olvide; pero en ese juego sucede que es la misma familia la que envejece porque los vínculos se van maltratando. Así, desde que Velasco dejara el poder, se buscó destruir todo rastro fílmico, toda documentación, porque se quería borrar de la memoria el proceso de la Reforma, dejando sólo, en el imaginario colectivo, que se trató de algo nefasto, a lo que no se debe volver y de lo que no se puede siquiera hablar.

En este país, los procesos traumáticos son siempre ocultados, dejando fuera la posibilidad de hablar de ellos y de discutirlos. Para los sectores dominantes que controlan la agenda de debate político, les resulta más cómodo acallar todo debate. En este aspecto, lo que sucedió con el debate sobre la Reforma Agraria ha sido lo mismo que lo que sucedió con el Conflicto Armado Interno y con El baguazo. Cero discusión, cero debate. Pero a 50 años de la Reforma, resulta difícil acallar las voces que piden que se vean los temas.

El documental de Benavente sigue llenando los cines casi después de un mes de su extreno. Muchas personas quieren saber qué pasó y escuchar la voz del director. En algunas funciones se llevó aplausos del publico, y la idea de “verla antes de que la saquen de la cartelera” ha dado paso a “hay que verla porque es interesante”. Seguramente, muchos de los asistentes a las funciones están en contra de la propuesta del directos, pero tienen curiosidad por el contenido.

Durante años he escuchado satanizar a la izquierda como velasquista, luego como terrucos y después como caviares. Parece que satanizar ha sido más fácil que reflexionar y debatir sobre lo sucedido. Cuando niño, recuerdo cuestionar a Velasco por las expropiaciones, el prohibir que venga Santana a cantar a Lima, eliminar a Papa Noel y tratar de incluir el quechua en la currícula escolar. Velasco se convirtió en una pesadilla para muchos. Por eso sus aportes han sido borrados de la memoria. Ciertamente, hoy en día no se justifica un gobierno dictatorial por más reformista que sea. Sin embargo, los grupos dominantes en este país parecen tener una cierta afección para con los chinos. Unos chinos son odiados, otros profundamente amados. Algunos chinos son la pesadilla de Hallowin. Parece ser quie en el Perú es volver a vivir tan intensamente y dolorosamente, como si fuese volver a expropiar.


Escrito por

Alessandro Caviglia Marconi

Filósofo. Profesor en la Pontificia Universidad Católica del Perú y la Universidad Antonio Ruiz de Montoya.


Publicado en