ya acabó su novela

REPUBLICANISMO Y NEOLIBERALISMO

Publicado: 2019-10-14

Los términos “republicanismo” y “neoliberalismo” se han puesto al uso corriente en diferentes debates y círculos. Desde los debates en la ciencia política, la filosofía política, hasta los debates periodísticos se han convertido en espacios en los que dichos conceptos son usados. Sin embargo, existe confusión y mala comprensión de lo que dichas palabras significan.  

Tres procesos son los que han colocado dichos términos en los debates. El primero es el proceso histórico que nos acerca al 2021 y los doscientos años de fundación de la República. Así, se han publicado en los últimos años una serie de libros sobre la historia de la fundación de la República del Perú. El segundo es el desarrollo de las relaciones económicas, de las políticas económicas y la preocupación sobre la productividad social o el crecimiento económico. Puesto que el desde los 90 se introdujeron las reformas neoliberales en el país, reformas que eclipsaron el desarrollo de los ideales republicanos, y que han marcado de manera fundamental las relaciones sociales, políticas y económicas; desde los 90, digo, se abrió un debate entre el republicanismo, la democracia y el neoliberalismo.

En este último contexto se inserta el valioso texto de Alberto Vergara, publicado ya hace varios años. En él se presenta con claridad cómo, después de la caída del fujimorato, se desarrollaron dos proyectos políticos distintos. El primero es el proyecto republicano, enarbolado por el Presidente de Transición, Valentín Paniagua. El segundo es el proyecto neoliberal y ha sido encarnado, en toda su potencia, en el discurso de Alan García respecto del Perro del Hortelano. Este segundo proyecto se había puesto. En marcha desde la década de los 90 y había sido puesto en marcha nuevamente cuandp PPK se convierte en el Ministro de Economía de Alejandro Toledo. Pero el empuje que le dio Alan García en su momento fue de tal naturaleza, que en el relato de Vergara, ha sido identificado con el término “proyecto hostelanista”.

El trabajo de Vergara ha sido invalorable debido a la claridad con la que describe ambos proyectos. Mientras que el proyecto republicano coloca en el centro a los ciudadanos, las instituciones, las libertades y las leyes, el discurso hortelanista coloca el centro el crecimiento económico, las empresas y las inversiones. El discurso hortelanista presenta una particular interpretación de las libertades para reducirlas en las libertades en el mercado. La mirada clínica de Vergara permite ver de qué manera ambos proyectos tienen metas diferentes y que es necesario recuperar el proyecto republicano para poder ajustar las relaciones sociales y políticas en el país. Pero, sin embargo, el autor de Ciudadanos sin República sugiere que la diferencia entre ellos reside en el énfasis que le dan a determinadas cosas. Así, el republicanismo daría un mayor énfasis a la ciudadanía, mientras que el neoliberal (hortelanista) enfatiza los mercados y las empresas.

Bajo la mirada de Vergara, parece ser que la solución en el conflicto entre ambos proyectos consiste en balancear los énfasis, de manera que podamos tener instituciones políticas sólidas, derechos fundamentales, ciudadanía y libertades amplias al lado de empresas, mercado, crecimiento económico y clientes. Lo que hace que Vergara llegue a esa conclusión (Republicanismo + hortelanismo) parece estar basado en el temor de que la crítica al hortelanismo nos conduzca a la destrucción del mercado, el crecimiento, las empresas, y, en último término, a la destrucción de la democracia.

Parece razonable el temor de perder el crecimiento económico, las. Libertades en el mercado, las empresas, entre oras cosas porque se ha convertido en sentido común que existe una relación directa entre neoliberalismo y democracia. Pero en necesario aclarar varias cosas aquí. Ni el Republicanismo es enemigo de la democracia, ni el neoliberalismo está preocupado especialmente por la democracia. De hecho, muchas veces, el proyecto neoliberal ha cancelado los procesos democráticos en vistas del crecimiento económico. En neoliberalismo apuesta por una economía de mercado desbocado de los márgenes democráticos. En cambio, el republicanismo apuesta, más bien por la ampliación de la democratización de las relaciones sociales y políticas, de tal manera que se tenga un mercado inserto en el cauce democrático. El neoliberalismo, como toda forma de liberalismo apuesta por colocar un dispositivo por fuera del debate democrático a fin de controlar las relaciones sociales y poder hacer frente a las crisis. El neoliberalismo tiene como objetivo controlar la sociedad para evitar la crisis económica. Es por ello que el proyecto hortelanista no tiene un especial afecto por la democracia. Es en ese sentido que la apuesta de Vergara por la articulación entre el republicanismo y el hortelanismo es una apuesta condenada al fracaso.


Escrito por

Alessandro Caviglia Marconi

Filósofo. Profesor en la Pontificia Universidad Católica del Perú y la Universidad Antonio Ruiz de Montoya.


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