CARLOS GUSTAVO CASTILLO MATTASOGLIO
NUEVO ARSOBISPO DE LIMA
Como era de conocimiento general, Mons. Cipriani tuvo que presentar su renuncia al Arzobispado de Lima debido a que ya había cumplido los 75 años de edad. Frente a esa situación, el Papa Francisco podía aceptar la renuncia o mantener a Cipriani como Arzobispo de Lima. Se acaba de conocer que el Papa ha decidido nombrar como nuevo Arzobispo de Lima al sacerdote Carlos Castillo.
Carlos Castillo ha dedicado varios años a la docencia en el Departamento de Teología de la Pontificia Universidad Católica del Perú y siempre fue una voz crítica frente a las acciones autoritarias de Cipriani. Carlos Castillo es, sin duda, un representante de un sector abierto y progresista de la Iglesia Católica en el Perú y siempre ha estado del lado de causas importantes en el país.
Este acontecimiento tiene un significado adicional. Después de que hace un poco más de un año la Pontificia Universidad Católica del Perú ha logrado ponerse de acuerdo con la Iglesia y de que los teólogos del Departamento de Teología de dicha Casa de Estudios, el nombramiento de Carlos Castillo es significativa en el sentido de que se reafirma la relación de la PUCP con la Iglesia. En este contexto es importante recordar que Cipriani dedicó mucho tiempo en hostigar a dicha Universidad, colocando a la ella en una serie de juicios por que el espíritu del catolicismo que la PUCP expresa es y ha sido muy diferente a la concepción del catolicismo que defienden Cipriani y muchos miembros del Opus Dei. Un ejemplo de esa diferencia se encuentra, indudablemente, respecto del Informe Final de la CVR.
Pero es necesario añadir que el nombramiento del nuevo Arzobispo de Lima se encuentra en sintonía con un conjunto de acciones que están viniendo desde Vaticano. El reconocimiento del Padre Gustavo Gutiérrez, fundador de la Teología de la Liberación, el nombramiento del Cardenal Pedro Barreto (un Cardenal que se había convertido en una voz diferente y de contrapeso a la de Cipriani) y una serie de cambios adicionales que han estado abriendo espacios a sectores diferentes de la Iglesia Católica, sectores muy distintos a aquellos más conservadores que tuvieron una presencia fuerte en nuestro país.
El aporte de Carlo Castillo ha sido muy valioso, desde su trabajo en la PUCP y en otros lugares donde ha estado. Sin lugar a dudas, como Arzobispo de Lima su aporte a la Iglesia en el Perú y al país será sumamente valioso. No queda más que felicitar al nuevo Arzobispo y desearle lo mejor en el nuevo puesto de servicio que la Iglesia le ha encomendado