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La caída de Velasco

UN HOMENAJE A LOS 50 AÑOS DEL GOBIERNO MILITAR

Publicado: 2018-10-20


El 3 de agosto de 1968 el General Velasco Alvarado derrocó al presidente Fernando Belaúnde Terry e impuso un gobierno militar en Perú. Se trató de un gobierno militar muy particular, pues los generales que lo llevaron a cabo tenían una inspiración hacia la izquierda, mientras que el resto de los golpes militares en la región (como Argentina, Brasil y Chile), tuvieron un giro hacia la derecha. Sin duda, el adversario de todos esos gobiernos de facto fueron los movimientos de izquierda, en Perú los militares que se hicieron del poder decidieron adelantar las reformas que la izquierda exigieron. El gran aporte, sin duda, fue el de la Reforma Agraria, que mal que bien terminó modernizando al país en muchos aspectos.

Durante los siete en los que Velasco estuvo en el poder, no hubo Congreso y la Junta Militar funcionó poco. El gobierno estaba en manos de la Junta de Ministros. El año 75, el general Morales Bermúdez derrocó a Velasco (quien también estaba mal de salud) y decidió dar un giro hacia la derecha al gobierno militar. Finalmente, los militares, cansados de doce años de política armada, deciden abrir paso a la vuelta a la democracia, vuelta preparada por la Asamblea Constituyente presidida por Haya de la Torre y la Constitución del 79. Ese agotamiento político de las FFAA contribuyó a que los militares no quisieran ingresar a combatir a Sendero Luminoso sino recién el 1982.

En un país donde la derecha ha tenido el predominio del discurso, la figura de Velasco ha sido la de un apestado, y durante un tiempo la derecha utilizó el apelativo “velasquista” para desacreditar a sus adversarios políticos. Actualmente ese apelativo cambió, debido al impacto que Sendero Luminoso causó en la vida política y social del país, y se pasó del apelativo “velasquista” al apelativo “terruco”. Es curioso que esa misma derecha que reclama terminar con la confrontación entre fujimorismo y antifujimorismo y entrar a la reconciliación (que para ellos significa olvidar las violaciones a los Derechos Humanos cometidas durante el Fujimorato y dejar de investigar al fujimorismo actual por cuestiones como financiamiento ilegal y lavado de activos, así como sus vínculos con el narcotráfico). Esa misma derecha radicalizada, hace gala de un doble discurso. Por una parte, apuesta por una reconciliación en los términos ya señalados, y del otro lado descalifica a todo aquél que considera su adversario tildándolo de terruco o de pro terruco.

Hace pocos días salió por la editorial Taurus el importante estudio de Antonio Zapata y Gabriela Rodríguez respecto de los tres últimos años del gobierno de Velasco. Con el título La caída de Velasco. Lucha política y crisis del régimen, se hace un estudio teniendo tes fuentes principales. La primera es la documentación periodística recabada por Henry Pease en DESCO de dicho periodo y de los años posteriores. La segunda fuente son los borradores de las actas del Consejo de Ministros de la época, que a la muerte del General Arturo Valdés Palacios, fueron donados a la Pontificia Universidad Católica del Perú. Finalmente, la tercera fuente la constituye la bibliografía más importante existente sobre el gobierno militar y sobre Velasco.

Hay que señalar que si bien los políticos de la derecha dominante siguen teniendo una actitud adversa contra la figura de Velasco, los académicos están revalorándola, para ver sus aspectos positivos y negativos. El gran aporte de Zapata consiste en hacer un análisis de los borradores de las actas del Consejo de Ministros de la época, lo cual permite estudiar no sólo los hechos sino también aproximarse a los propósitos y a las intenciones de los actores. En ese sentido, el libro, es una pieza valiosa para comprender lo que actores importantes buscaron como proyecto de país.


Escrito por

Alessandro Caviglia Marconi

Filósofo. Profesor en la Pontificia Universidad Católica del Perú y la Universidad Antonio Ruiz de Montoya.


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