Después muchos años del castigo injusto que le propinó Monseñor Cipriani al padre Gastón Garatea, este Jueves Santo (29 de marzo del 2018), se ha levantado la sanción contra el sacerdote de la Congregación de los Sagrados Corazones. 

El padre Garatea es una de las personas más connotadas de la sociedad peruana y es, sin duda un referente moral para esta sociedad tan golpeada por la corrupción. Entre muchas de sus actividades importantes en beneficio del país se encuentra el haber sido Comisionado de la CVR y Presidente de la Mesa  de Lucha Contra la Pobreza. Actualmente trabaja en la Pontificia Universidad Católica del Perú. 

El aporte de Garatea espiritual, pastoral, social e intelectual a la sociedad peruana es sumamente importante y su voz siempre ha sido profética y se ha levantado constantemente en defensa de los pobres y excluidos. 

Durante los años en que Cipriani sometió a Gastón Garatea a ese injusto castigo quien fue perdiendo prestigio, apoyo y valor fue en Arzobispo de Lima, mientras que el sacerdote de los Sagrados Corazones fue ganando cada vez más apoyo, especialmente por intermedio de Wilfredo Ardito, quien abogó constantemente por Gastón Garatea en las redes sociales.

Es significativo que el levantamiento del castigo se diese en Jueves Santo.  Este día es el día del Sacerdocio y el castigo consistió en que Garatea no pudiese ejercer su ministerio (es decir, su sacerdocio) en la Diócesis de Lima. Quienes conocemos a Gastón de cerca y somos sus amigos nos sentimos profundamente felices por esta gran noticia que restituye la justicia para con él. Es por eso que le deseamos, desde aquí un feliz Día del Sacerdocio a nuestro querido Gastón.