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Thomas Hobbes y la libertad

Publicado: 2018-02-17


El contrato social es el acuerdo que permite a los individuos pasar del estado de naturaleza al estado civil. El estado de naturaleza se caracteriza porque en él los individuos cuentan con libertades ilimitadas, de tal manera que existe una identidad entre las libertades y los deseos de cada cual. Al no contar con el poder público del Estado que determine los derechos de cada cual, los individuos tienen derecho a todo lo que desean. Pero como dos individuos pueden desear el mismo objeto, la posibilidad de conflicto entre ellos es inminente. De esta manera el estado de naturaleza deviene en un estado de guerra latente. No es que los individuos se encuentren en guerra efectiva unos con otros de manera permanente, sino que en el estado de naturaleza se vive en un clima de guerra latente de manera permanente y que, en determinados momentos, puede convertirse en efectiva. Esto se debe a que los individuos pueden encontrarse presas del afán de competencia, o de la desconfianza o por la búsqueda de gloria.

Pero, además los individuos son caracterizados como iguales en fuerza e inteligencia, lo cual los hace iguales por naturaleza. Con ello Hobbes deja fuera de juego las diferencias estamentales que caracterizaban al mundo medieval. La igualdad en fuerza consiste en que, aunque haya individuos más fuertes que otros, no existe nadie que pueda ser matado por otro, aunque este otro sea débil. El débil puede matarlo recurriendo a la astucia o asociándose con otros. La igualdad en inteligencia de basa en que cada cual se considera inteligente a sí mismo, pues tiene contacto directo con sus procesos mentales, y aunque hay quienes se consideran más inteligentes que otros, los demás tienen la misma consideración respecto de sí mismos.

Resulta necesario entender que en el texto del Leviatán, Hobbes caracteriza a los individuos como egoístas, pero hay que entender bien a qué se refiere con esto. Filósofos políticos antes de Hobbes, e incluso Hobbes en textos anteriores (como el De Cive) sostuvieron que los individuos en el estado de naturaleza se caracterizaban por un egoísmo psicológico, es decir, que todos ellos serían autointeresados por naturaleza. En el Leviatán, en cambio, Hobbes concibe a los individuos caracterizados por un egoísmo sociológico, no psicológico. Hobbes rechaza el egoísmo psicológico porque a partir de él no se puede entender por qué razones las personas abandonarían en estado de naturaleza. Hobbes considera que la razón más poderosa para abandonar el estado de naturaleza es el temor a la muerte violenta que puede sufrir en él. Pero, parece que esto no es suficiente para lograr abandonar dicho estado. Se necesita que no todos los individuos sean agresivos, sino que exista un grupo de moderados. Los moderados son aquellos que se contentan con lo que tienen en posesión y no se encuentran movidos a atacar a otros. Pero, como los otros pueden atacarlos en cualquier momento, Hobbes recomienda a los moderados atacar primero, en nombre de la legítima defensa.

El hecho de que los individuos sean egoístas sociológicos dota de los recursos suficientes para que los individuos se encuentren dispuestos a abandonar el estado de naturaleza y a renunciar a sus libertades ilimitadas por medio del contrato social. A través del contrato los individuos transfieren a un poder soberano, encarnado en el Estado, sus libertades y el monopolio de la violencia. Al hacer esto, ellos pasan a un estado civil, que se rige por las leyes que da el soberano. Pero entre el Soberano y los súbditos la relación es la de un estado de naturaleza. No hay ley que regule la conducta del soberano respecto de los súbditos. Éste podría aprovecharse de ellos, pero sabe que si lo hace la sociedad que gobierna se empobrecerá y es algo que no le conviene. Por ello decide dotar de un paquete igualitario de derechos y libertades a todos los súbditos.

Ahora bien, la pregunta que queda abierta es ¿por qué Hobbes no concibe a los súbditos con la capacidad de autolegisladores de las leyes públicas? Es decir, ¿por qué carecen de libertades políticas de autolergislación? La respuesta es que si bien los individuos en el estado de naturaleza cuentan con recursos morales suficientes que les permiten ingresar a un contrato, dichos recursos no alcanzan para convertirlos en autolegisladores. Esta es la grieta que aprovechará Locke, quien incrementará esos recursos morales y hará de los súbditos autolegisladores al interior de un poder legislativo separado de un poder ejecutivo.


Escrito por

Alessandro Caviglia Marconi

Filósofo. Profesor en la Pontificia Universidad Católica del Perú y la Universidad Antonio Ruiz de Montoya.


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