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El indulto

UN PROBLEMA PARA EL FUJIMORISMO Y PARA PPK

Publicado: 2018-01-07

El supuesto "indulto humanitario" del 24 de diciembre ha generado una situación muy delicada y confusa en el país. De un lado, los que habían apoyado a PPK en la segunda vuelta electoral y lo defendieron contra la vacancia se han sentido completamente defraudados. De otra parte, dentro de la tienda naranja, el excarcelamiento de Alberto Fujimori ha generado una gran confusión. 

La apuesta de PPK fue, sin lugar a duda, canjear indulto por gobernabilidad. Lo último se conseguiría sólo a través de un cogobierno entre PPK y el fujimorismo. El rótulo de éste sería el de la "reconciliación". Pero los hermanos Fujimori tienen puntos de vista diferentes. Kenji sostiene que la reconciliación supone la reestructuración de FP, lo que significa la salida de Pier Figari y de Ana Vega del círculo de asesores de Keiko, cosa que su hermana no está dispuesta a conceder. 

Por otro lado, Keiko rechaza la idea del cogobierno. La razones son fáciles de entender. Por un lado, ella quiere el poder absoluto de naturaleza imperial y no un cogobierno; del otro, ella quiere mantener la coherencia de su discurso de lucha contra la corrupción y un cogobernar con quien sindica de corrupto rompería con dicha coherencia. Ciertamente a Keiko Fujimori no le interesa realmente el combate contra la corrupción, pues ella misma tiene debilidades fuertes por ese lado, sino que lo que le interesa es que su discurso no se vea empañado de cara a sus votantes. 

Pero hay más. El indulto ha generado gran confusión entre los fujimoristas, razón por la cual se han mantenido parcos en sus declaraciones. Hay quienes, como Keiko, que sostienen que están de acuerdo con él, pero no con la forma en que se dio; otros, como Aguinaga, que sostienen que que estaba bien, ya que cualquier momento era oportuno para ello. Pero lo cierto es que ahora, con Alberto fuera de la cárcel se ha generado el desconcierto. Si tenemos en cuenta los hasta 21 congresistas que Kenji ha logrado para sus huestes , podemos tener los siguientes escenarios al interior:

a.- La posición de Kenji se fortalece y hasta podría quitarle el liderazgo a Keiko

b.- Alberto podría exigir a Keiko que se amiste con Kenji y que enrumbe al fujimorismo hacia el cogobierno de la llamada "reconciliación". 

c.- Alberto logre protagonismo a través de Kenji y desplace definitivamente a Keiko.

Probablemente el segundo y el tercer  escenarios son el deseado por Alberto. Keiko se ha mostrado en contra porque sabe que en ellos su fin como lidereza imperial sería inminente. Además, ella sabe que la justicia le pisa los talones y podría terminar en la cárcel, por lo cual debe seguir siendo lidereza indiscutible, vacar a PPK y conseguir la Presidencia para lograr la inmunidad. Por esas razones,  luchara hasta el final contra su hermano.  Además sabe que a su padre lo volverán a meter en prisión por la presión del sistema internacional de Derechos Humanos.

Es por eso que los que se han subido a la mototaxi no saben ni qué decir, ni a quien apoyar ni qué hacer. Lo más probable es que nos encontremos en el ocaso del Movimiento Fujimorista: dividido, con sus líderes en la cárcel y derrotado en la contienda electoral innumerables veces. El problema es que el voto populista que ellos representan se desplazará hacia otros lados, hacia la izquierda extrema, hacia un outsider o hacia uno delos fujimoristas como Salaverry. La preocupación de los analistas fujimoristas, como Hugo Neyra y Victor Andrés Ponce es que nos encaminemos a un proceso de venezuelalización y que un outsider de izquierda pueda canalizar esa voluntad política.

¿Qué le queda a PPK? Sin duda, la vacancia. NI los que lo defendieron el 21 de diciembre ni el sector fujimorista liderado por Keiko van a quererlo más en el gobierno. Keiko va a querer vacarlo por haber indultado a Alberto y para conseguir la presidencia y conseguir la impunidad. Y, en esa oportunidad, nadie lo defenderá. Y, a Mercedes Aráos va a ser fácil vacarla también. Vizcarra, lo más probable es que decline, por razones de salud.  Pero si Aráos consiguiese mantenerse en el gobierno hasta el 2021, quien puede tener opciones después será, sin duda, Julio Guzmán. 

Claro, todo esto es probable, pero no seguro. Como indicó con lucidez Aristóteles, el futuro es contingente. Pero este ejercicio práctico sirve para vislumbrar algunos escenarios posibles. Lo cierto es que la inestabilidad política va a continuar, a menos de que Keiko acepte el cogobierno. Pero parece que ella obedece sólo a una sola máxima: que yo consiga mis objetivos aunque se hunda el país completo. Thomas Hobbes ya había percibido con claridad que al monarca absoluto le conviene que su reino tenga prosperidad y bienestar, pues no le conviene ser  el monarca de un  pueblo hundido en la miseria. Parece que Keiko no comprende bien esas cosas, como, al parecer no sabe ni siquiera hacer política


Escrito por

Alessandro Caviglia Marconi

Filósofo. Profesor en la Pontificia Universidad Católica del Perú y la Universidad Antonio Ruiz de Montoya.


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