La izquierda que perdió
No cabe duda que uno de los grandes perdedores de la jornada del 21 de diciembre fue Marco Arana y el Frente Amplio. El haberse puesto del lado de los golpistas y preparle el camino a Keiko Fujimori para intentar vacar a PPK, terminó por convertir su empresa en una profunda derrota.
Arana alegaba que lo que había iniciado lo hizo por principios. Pero no es difícil suponer que lo su motivación era más política que moral. Viendo el campo de la izquierda vacía y viendo a FP debilitada, pesó que podría ganar las elecciones unas eventuales elecciones presidenciales, y/o mejorar su posición en el parlamento. LO cierto es que su cálculo era errado, pues no es del todo cierto que FP esté tan debilitada.
La izquierda que Marco Arana arcaica. Se trata de una izquierda que tiene poco aprecio por la democracia (muestra de ello lo constituye el haberse prestado a una intentona golpista contra la democracia en el país) y es anti libre mercado. Se trata de una izquierda que se ha quedado sin ideas, que ha abandonado la renovación de las ideas y se ha desconectado de la izquierda intelectual que existe en el país, que aunque es reducida, existe. Esa izquierda ha quedado derrotada anoche, pero debe ser derrotada también en el debate político al interior de la izquierda en el Perú.
Pero hay otra izquierda que salió vencedora. Se trata de la izquierda de Nuevo Perú, de Verónika Mendoza y Marisa Grave. Se trata de una izquierda moderna y a la altura de la nueva izquierda internacional, como la izquierda chilena, o la española. Se trata de una izquierda que apuesta por la democracia y por el libre mercado, pero que se centra en la justicia social. Pero para posicionarse adecuadamente, la izquierda moderna de de Nuevo Perú debe seguir comportándose como oposición responsable al gobierno de PPK. De no hacerlo, será deborada por las garras de la facción de FP que está con Keiko. Pero, además debe se ser muy clara en su discurso. Debe de señalar con claridad que Venezuela no es una democracia, sino una dictadura y debe de rechazar al gobierno de Maduro. Pero, además debe de abandonar el discurso de rechazo a la Constitución actual. Dicho discurso no la favorece. Debe de plantearse llevar adelante su política en el marco de dicha constitución y ganarse, y una vez que ha ganado el apoyo suficiente, ir introduciendo las modificaciones adecuadas.
Ahora es el momento para que esa izquierda moderna se fortalezca y desplace en el espectro político al Frente Amplio. Tiene mucho trabajo político por delante, pero debe llevarlo a cabo. Es el tipo de izquierda que el país necesita y debe ser apoyada. Respecto a Marco Arana, queda claro que ya es un cadáver político. El haber promovido la vacancia lo colocó en un callejón sin salida, pues no podía dar marcha atrás, porque lo tildarían de apoyar a un gobierno que calificó de corrupto, pero ahora se encuentra en la situación de haber colaborado con el proyecto golpista de Keiko Fujimori. Se tratará de una sombra que lo perseguirá eternamente: el espectro del golpismo o, en el mejor de los casos, del tonto útil.