La delicada situación política actual del país es sumamente preocupante. Como ha señalado Rosa María Palacios, es altamente probable que este jueves 21 el Congreso vaque al Presidente de la República, por la decisión de cuatro personas: Keiko Fujimori, Alan García, César Acuña y Marco Arana. Todos ellos parecen no tener interés por la democracia ni por la estabilidad política y económica del Perú. Parecen valorar más sus proyectos personales que los avances en el país.

Todo esto se inició cuando la semana pasada la Congresista Rosa Bartra presentó un documento, cuyo contenido no ha sido de conocimiento público. Resulta sumamente extraño que dicho documento no haya sido puesto a disposición de la prensa para que los ciudadanos nos enteremos de qué se acusa al Presidente. Pareciera ser más la escena de un psicosocial que un procedimiento de investigación congresal. El mismo PPK ha salido a los medios a decir que no renunciará (como lo estaba pidiendo la bancada fujimorista) y a explicar su posición respecto de la acusación que se le formula. Además, el sábado, la Empresa Odebrecht envió un documento al diario La República en el que se señala que PPK se encuentra fuera del caso que está siendo observado.

Sea como fuere, las acusaciones que se imputan al Presidente no están claras. El asunto es complejo y requiere un análisis detallado. Sin embargo, el viernes los fujimoristas estaban dispuestos a consumar un juicio sumario y realizar una vacancia express, al tiempo que la arremetían contra los tribunos del TC. Pero, dentro de toda esta situación es extraño el hecho de que quien realiza el pedido de vacancia sea en congresista por el Frente Amplio, Marco Arana.

Hay que recordar que la bancada del Frente Amplio consiguió una posición importante no por méritos de Arana, sino por la presencia de Verónika Mendoza, quien presentaba un rostro fresco en la izquierda. También resulta sorprendente que congresistas de Nuevo Perú estén apoyando la vacancia presidencial.

La vacancia de PPK, de producirse, será un acto en el que el peso de los votos será más importante que el motivo. Pero ello será gracias al congresista Arana. Con él, la izquierda política en este país está cargando una gran responsabilidad y está haciendo una triste figura. Arana parece estar creyendo que con esta jugada logrará tener un mayor peso político, en una jugada en pared con el fujimorismo.

Personalmente, siempre me he considerado una persona de izquierda, pero debo de decir que esta izquierda no me representa. Una izquierda que es capaz de mendigar posiciones de poder en un tablero controlado por el fujimorismo. Creo que lo mejor que podría suceder es que, si vacan a PPK, renuncien los vicepresidentes y se convoquen a elecciones generales. Así podremos mandar a sus casas a esos congresistas irresponsables. Pero, más importante que eso, es que vaya surgiendo en el país una izquierda reflexiva que desplace a la que representa Arana y compañía.