#ElPerúQueQueremos

EL ÚNICO CAMINO PARA EL GOBIERNO: DISOLVER EL CONGRESO

EN VISTAS DEL  11/7

Publicado: 2017-07-04

Al gobierno de PPK no le queda otro camino que confrontar al Congreso hasta disolverlo y convocar a nuevas elecciones. El otro camino, que sería indultar a Alberto Fujimori, es inviable. Las consecuencias de un eventual indulto serían 2: el descontento de parte de la población  y el desprestigio internacional del mismo gobierno. De hecho, la Corte Interamericana de Derechos Humanos obligaría al gobierno a dar marcha atrás en dicha maniobra. Así que no le queda otra salida que la confrontación.

¿Qué sería del gobierno si indulta a A. Fujimori? Se debilitaría a tal punto que se desplomaría más rápido de lo pensado. En cambio, el indulto al padre, y la vuelta de Alberto  a la cárcel , fortalece a Keiko puesto que ella 1) no tendría al padre haciéndole sombra, 2) dejaría sin piso a Kenji (quien busca liberar al padre) y 3) dejaría de ser vista como la hija mala que no quiere la libertad del padre. El indulto la fortalece aún más, incluso frente a Acción Popular  y al Frente Amplio. 

De esta manera, si el gobierno está calculando indultar a Alberto Fujimori para apaciguar a la mayoría congresal,  y así salir de los problemas, está haciendo un pésimo negocio. La otra opción, que es seguir empantanado entre las tenazas del fujimorismo terminará con derrumbarlo completamente, tarde o temprano. Por eso, lo único que lo puede salvar es confrontar al fujimorismo disolviendo el Congreso. Hay que tener en cuenta que existe un mecanismo constitucional para realizar dicha disolución, y no hacerlo a la manera del golpe del 92. Este mecanismo consiste en pedir moción de confianza para todo el gabinete, y si el congreso rechaza dos veces, el ejecutivo puede disolver al legislativo alegando que este poder se opone a la gobernabilidad. 

De esta manera, el "diálogo del 11 de julio" no es más que una maniobra inútil. No tiene agenda alguna y sólo sirve a Keiko para tratar de dejar sin piso a Kenji (quién ha estado exigiendo a Fuerza Popular dialogar con el gobierno). Pero, en realidad entre el gobierno y Keiko no hay nada que negociar. Lo que Keiko quiere es derribar al gobierno, no una negociación y menos un diálogo. Keiko considera, erróneamente, que ella ganó las elecciones presidenciales y siente que tiene el derecho a exigir cosas desproporcionadas.  

Y si el gobierno piensa llegar a la negociación del 7-11 la carta del indulto, estaría haciendo algo que es moralmente inaceptable. La prisión de Alberto Fujimori ha sido una conquista moral que ha constado demasiado como para que termine siendo parte de un regateo político.


Escrito por

Alessandro Caviglia Marconi

Filósofo. Profesor en la Pontificia Universidad Católica del Perú y la Universidad Antonio Ruiz de Montoya.


Publicado en