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RIO MÍSTICO

UNA HISTORIA DE VAMPIROS

Publicado: 2017-05-29


La película Río Místico de Clint Eastwood (2003) relata la historia de tres niños cuyas vidas interiores se modifican repentinamente. La casualidad hace que la bola con la que jugaban en la calle se metiese en un hoyo y de pronto el juego de sus vidas cambian. Aunque uno de ellos resulta ser el dañado directamente, la suerte de los tres se encuentra profundamente condicionado por ese suceso nefasto. Desde entonces la vida se les escapa y se convierten en vampiros: auténticos muertos ambulantes. El impacto les arranca lo más importante de la vida misma: la relación con ellos mismos.

Desde que vi por primera vez esa película, me estimuló intelectualmente y me conmovió profundamente. Recuerdo haber escuchado a Gustavo Gutiérrez comentar que cuando vió a esa pelota entrar por ese orificio pensó que el Perú tuvo la misma suerte de esa pelota, y por lo tanto, los peruanos la misma suerte de esos niños. Era ran los tiempos en que se había entregado el Informe Final de la CVR. Pero actualmente parece ser que el mundo entero es esa misma pelota que ha ingresado en un hoyo que está condicionando la vida de la gente en todos los continentes.

El Peru ha sido siempre un país de muertos. Pero el conflicto armado interno de los 80 y 90 ha radicalizado esa condición. Actualmente la política es un escenario de vampiros que se nutren de la sangre ajena y que se mantienen en vida movidos por el odio visceral. Especialmente la extrema derecha, representada por la el fujimorismo, y por la derecha cristiana, tanto católica como evangélica. Se alimentan del odio contra lo que consideran de izquierda o caviar. Incluso, en las universidades se repite el estigma contra la llamada "izquierda caviar" como un acto de estupideeze irresponsabilidad, por un placer irresponsable por el snobismo. Como es el caso de Danilio Tapia, que sin saber repite el discurso de Victor Andrés Ponce, un vocero periodístico de la extrema derecha dañada por un macartismo delirante.

Tenemos que hacer un verdadero esfuerzo por acercarnos al sano juicio. Es necesario que busquemos recuperar la cordura para que aquella pelota que se perdió en el hoyo y que desencadenó el conflicto armado interno de los 80 y 90 no siga condicionando radicalmente nuestro devenir como país, y que ni la derecha radicalizada ni la estupidez de adolescentes estudiantes universitarios siga campando en el aire que respiramos. Si no, el desenlace de nuestra historia a mediano plazo puede ser como el desenlace de la película de Eastwood.  


Escrito por

Alessandro Caviglia Marconi

Filósofo. Profesor en la Pontificia Universidad Católica del Perú y la Universidad Antonio Ruiz de Montoya.


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