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POR TODAS LAS VICTIMAS DE LA DICTADURA FUJIMORISTA, SÍ JURO

EL ESPECTRO DE LOS 90

INDIRA HUILCA

Publicado: 2016-07-23

El jueves 22 último  juraron los nuevos  miembros del Congreso de la República. Se trata de un Congreso con mayoría fujimorista, además de presidido por Luz Salgado. La nueva presidenta del Congreso es una persona altamente cuestionada por su defensa acérrima de la dictadura que se impuso en los 90, además de ser alguien que participó en ese régimen de manera activa. Ya no es desconocido el que ella señaló que los desaparecidos de La Cantuta se "autosecuestraron". 

El régimen fujimorista de los 90 generó sin dudas una gran división en la sociedad peruana. A la caída del mismo, después de la renuncia por fax del ex dictador y presidiario Alberto Fujimori, el grupo logró esconderse agazapada detrás de los medios de comunicación masivos y aguantaron, desde esa posición, la ola democratizadora que corría por el Perú desde el 2001. Debo recordar que en aquella época, el sentido común de los ciudadanos en el país era que la democracia era positiva y la dictadura resultaba negativa. Además, el espectáculo de los "vadivideos" circulando por los medios fortaleció el rechazo al régimen dictatorial y se expandió lo que podríamos denominar el cotorreo contra la corrupción.

Dicho cotorreo fue fomentado por los medios de comunicación de masas que se encontraban aún en manos de operadores fujimontesinistas. Pero con el tiempo, los mismos operadores comenzaron a manipular el sentido común de los ciudadanos, hasta que un gran porcentaje de ellos comenzó a preferir la dictadura a la democracia. Ello hizo que el 2011 Keiko Fujimori estuviese a punto de ganar las elecciones, y que en las últimas elecciones pudiese avanzar un poco más. Ganó un punto más porcentual y logró una mayoría en el Congreso. 

Ciertamente, los esfuerzos desplegados por el fujimorista en la última campaña no guarda proporción con lo que consiguió (sólo un punto porcentual más). Utilizaron un a inmensa suma de dinero durante cinco años para comprar votos a diestra y siniestra, dinero que fue sustraído de las arcas del Estado durante la dictadura. Pero no hay que desconocer que con ese esfuerzo logró la mayoría en el Congreso y que PPK no le ganó por sus propios medios, sino que lo hizo por el apoyo de la izquierda y por las agrupaciones de la sociedad civil antifujimoristas. 

Ahora lo que tenemos es un Congreso de mayoría fujimorista, pero además polarizado. El juramento de Indira Huilca, quien lo pronunció por las víctimas de la dictadura fujimorista, resulta ser emblemático. Ella es la hija de Pedro Huilca, dirigente de la CGTP, quien fue asesinado por el régimen fujimorista en los 90 (el régimen sindicó a Sendero Luminoso la autoría del crimen, pero después se supo que fue el mismo gobierno). Lo que queda claro es que el día del juramento de los nuevos congresista el espectro de la dictadura de los 90 volvió al Congreso.

El espectro de la dictadura de los 90 se muestra denuevo en una sociedad dividida por la misma dictadura. La causa de la división no es, como dicen los fujimoristas, el odio contra el movimiento. La causa la constituyen los crímenes perpetrados por el régimen que gobernó durante los 90. Estos crímenes son de tres clases: el desmantelamiento del Estado de Derecho, la violación de Derechos Humanos y la corrupción. Este espectro se percibe con mayor fuerza debido a que el discurso del fujimorismo actual sigue siendo igual que el de los 90: la apelación a la mano dura y a señalar como terroristas o enemigos de la patria a sus opositores, especialmente a la izquierda (tal como lo hace Martín Santivañez, quien ha demostrado un macartismo delirante). (Al respecto véase el último post de Gonzalo Gamio donde critica este macartismo  http://gonzalogamio.blogspot.pe/2016/07/estigmatizacion-y-debate-politico.html?m=1).

Por esas razones, los ciudadanos debemos estar vigilantes porque el ánimo fujimorista está lejos de la democracia y el Estado de Derecho. Es momento de defender la democracia. Lo hicimos en las urnas, pero debemos defenderla en el debate público y en todos los foros y espacios públicos, especialmente en las escuelas, las universidades y las iglesias. Lo debemos hacer por las víctimas de la dictadura de los 90, por nosotros y por elm futuro del país.



Escrito por

Alessandro Caviglia Marconi

Filósofo. Profesor en la Pontificia Universidad Católica del Perú y la Universidad Antonio Ruiz de Montoya.


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