#ElPerúQueQueremos

LA "CRÍTICA DE LA RAZÓN PURA" DE KANT COMO TEXTO POLÍTICO

Publicado: 2016-06-29

La Crítica de la razón pura de Kant ha sido leída habitualmente como un texto de epistemología o de metafísica, pero rara vez ha sido interpretado como un texto político. Ello se debe a que muchos de sus lectores no han tenido una preparación suficiente en filosofía política ni en pensamiento político. 

Es evidente que el texto es un tratado de epistemología, en el cual se busca replantear el problema del conocimiento. De hecho, una de las preguntas centrales que lo vertebran es la de ¿cómo es posible la metafísica como ciencia? Para responder a dicha pregunta se realiza lo que el mismo Kant denomina "giro copernicano", el cual consiste en hacer que, en vez de que los conceptos de la mente se adecuen a los objetos, hacer que los objetos se adecuen a los conceptos de la mente. Con ello se genera una inversión en la forma de plantear el conocimiento. Con ello queda claro que sólo lo que conocemos son los fenómenos, que son el resultado de los datos que captamos del mundo externo con los conceptos o categorías formales que la mente coloca. Así las categorías del entendimiento se constituyen en los enlaces que permiten construir los objetos de nuestro conocimiento, a saber, los fenómenos. De esta manera sucede que la razón sólo puede conocer lo que ella misma produce.

Pero también se trata de un tratado sobre metafísica que señala que la razón, cuando trata de conocer los objetos que trascienden la experiencia (es decir, los objetos de la metafísica trascendente, como Dios, el alma y el mundo), se encuentra con dos cosas:1) no le es permitido conocer dichos objetos, sino que sólo puede conocer los fenómenos en tanto objetos de la experiencia; y 2) al momento de lanzarse al conocimiento de tales objetos se encuentra como ante un espejo que le permite dar cuenta de las estructuras que la constituye como razón. De esta manera se opera la segunda transformación. En cambio de alcanzar una metafísica trascendente, lo que se gana es una metafísica trascendental. Esto quiere decir que tanto  la demostración como el conocimiento de objetos trascendentes (como Dios o la naturaleza humana) quedan fuera de juego y lo que ganamos es lucidez respecto de las estructuras de la mente que permiten el conocimiento de los fenómenos de la experiencia. En tanto que elementos que hacen posible la experiencia, la metafísica que se abre paso es una metafísica trascendental.El término "trascendental" significa condición de posibilidad. De esta manera, la metafísica trascendental aclara las condiciones que hacen posible el conocimiento.

Estos dos puntos del texto de Kant se ganan con mucha claridad si es que se lee desde la "analítica trascendental". Pero si uno avanza más la lectura atenta del texto y se ubica desde la perspectiva de la "dialéctica trascendental" y "el canon de la razón pura", se ilumina un tercer aspecto, desde el cual lo más importante no es lo que se puede conocer sino lo que no se puede conocer: Dios y el alma humana. De pronto el libro muestra todo potencial político como potencial de crítica política y social.

La imposibilidad de conocimiento de Dios deja fuera de juego las pretensiones de las iglesias estatutarias de articularse sobre la base de un supuesto conocimiento de Dios. Es por esta razón que tanto el cristianismo evangélico y protestante como el católico rechazan la filosofía de Kant, debido a que con ella se debilita la fuente de su poder político en la sociedad, a saber, el supuesto conocimiento de Dios y de su voluntad. 

Pero, al mismo tiempo, al imposibilitar el conocimiento de la naturaleza humana debilita los proyectos políticos y sociales de carácter despótico. El despotismo político ampara en el argumento de quien afirma conocer la naturaleza humana y a partir de aquél se abroga el derecho de gobernar a las personas de manera impositiva y caprichosa. Con la crítica de Kant las monarquías absolutistas quedan cuestionadas en su raíz. 

Pero, así como existía un despotismo político, en las sociedades contemporáneas en las que se abre paso la llamada "revolución neoliberal", la idea de que el mercado global autorregulado no debe ser cuestionado, porque se ajusta a la verdadera naturaleza humana; dicha idea queda cuestionada también de raíz. De esta manera, tanto los defensores del neoliberalismo económico como los defensores del análisis económico del derecho tienen a su gran adversario a Kant, un filosofo liberal del siglo XVIII. Si bien Marx, en  El Capital,  ha planteado una crítica importante a la sociedad capitalista, la crítica más poderosa a dicha sociedad y a sus defensores contemporáneos proviene de la Crítica de la razón pura del profesor Kant. 


Escrito por

Alessandro Caviglia Marconi

Filósofo. Profesor en la Pontificia Universidad Católica del Perú y la Universidad Antonio Ruiz de Montoya.


Publicado en