Cuando Alberto Fujimori postulo a la presidencia por la primera vez el año 90 prometió algo que no cumplió. Dijo que no aplicaría un shock económico. Esa promesa le permitió ganar las elecciones frente a Mario Vargas Llosa. Pero, apenas asumido su gobierno, se mostró que todo era una mentira.No creo que la tendencia a la mentira se herede genéticamente, pero sí es probable que los hijos asuman dicha actitud por imitación, especialmente cuando se admira al progenitor, como es el caso de KK con Alberto. 

El el debate presidencial de este domingo, la capacidad de mentir de KK fue abrumadora. Si en algo ganó en este debate con PPK en en el número de mentiras que dijo. Alguien podrá replicar que "todos los políticos mienten", pero hay grados y grados, y hay cantidades de mentiras que deberían llevar a la reflexión al electorado. 

Si juntamos la propensión a la mentira, con sus probables nexos con el narcotráfico y con el hecho de que no sólo mantiene en su entorno a la misma gente que trabajo en la dictadura de su padre, y, además, que ella misma colaboró con esa dictadura desde dentro suplantando a su madre en el puesto de de primera dama, la conclusión es obvia: nos encontramos alguien que de llegar al poder repetirá las recetas de su padre en términos de desmantelamiento del Estado de Derecho. 

Entiendo que una gran número de ciudadanos empaticen con KK, pero el ver que se trata de una persona mentirosa ¿no podría conducir a un número de votantes a recapacitar? Entiendo que el dinero puede corromper a muchos votantes por una campaña de cinco años de prevendas y regalo costeados con dineros mal habidos. Lo peor del fujimorismo es que ha corrompido a los ciudadanos de tal maneras que se encuentran dispuestos a vender sus votos por prevendas. 

¿Qué podemos esperar de una candidata que miente flagrantemente en la contienda electoral?, ¿Qué podemos esperar si llega al poder? Es preferible votar en blanco que darle nuestro voto a una persona mentirosa sistemática. Ese contexto justifica de sobra el voto viciado.