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MISA POR LA DEMOCRACIA

LA ONPE Y LA QUIEBRA DEL ESTADO LAICO

Publicado: 2016-04-03

Ha estado circulando por las redes sociales la invitación de la ONPE para asistir a la Misa por la democracia. El hecho de que una institución pública organice una celebración religiosa por el motivo que sea (por ejemplo, para que tengamos el día de las elecciones del 10 de abril las cosas se desarrollen de manera pacífica) quiebra uno de los pilares de la democracia que es la laicidad del Estado.

Por Estado laico se entiende la neutralidad del Estado respecto a cuestiones religiosas , es decir, el no compromiso de las instituciones estatales con algún credo religioso particular. Esto no supone que el Estado laico combata la presencia de lo religioso en la sociedad. Un Estado laico permite la manifestación pública (en el ámbito de la sociedad civil), pero prohíbe que el Estado fomente alguna religión particular, pues si lo hiciese estaría utilizando recursos públicos para fines privados. Es decir, se trataría de una forma de corrupción. 

En necesario entender que los recursos y los espacios que utiliza el Estado y sus instituciones son públicos en un sentido bien definido: se trata de recursos, espacios e instituciones que pertenecen a todos los ciudadanos, con independencia de actitud que cada uno  tenga ante la religión (es decir, si profesan o no una religión, o si son católicos o evangélicos). Aquí no sale el argumento que señala que la mayoría de los ciudadanos profesan una religión particular y por eso el Estado le da preferencia a al credo mayoritario. La democracia se encuentra comprometida con los derechos de cada persona, independientemente de si esta se encuentre en el grupo de la mayoría o de la minoría. Es más, la democracia contemporánea busca proteger los derechos de las minorías frente a los embates por las minorías. 

El Estado debe de mantener una posición de neutralidad frente a cuestiones religiosas porque de lo contrario estaría distinguiendo entre ciudadanos de primera y segunda fila, debido a que de lo contrario estaría indicando que las personas que profesan la religión que el Estado prefiere tienen más derechos que los demás. El Estado, si es democrático, debe de colocar a todos los ciudadanos en pie de igualdad y no asignar más derechos por motivos religiosos

Es por esta razón que algo así como una Misa por la democracia no sólo representa algo inaceptable en una democracia sino contradictorio con la democracia misma. Es como orar por la salud de alguien al que le estoy inyectando un virus que empeorará su salud. Se trata, a todas ludes, de un despropósito. 

Dicho despropósito se puede deber a varias razones. Puede ser que los miembros de  la ONPE tengan una profunda confusión conceptual respecto de respecto de la relación entre Estado e Iglesia, o hayan sido formados con manuales como los que se usaban en la Academia de la Magistratura mientras Eduardo Herná.ndo Nieto era profesor de ética allí (manuales que el mismo Hernándo elaboró y que tenían como objetivo colocar la los magistrados en contra del Estado laico y los Derechos Humanos y a favor el Estado confesional) . O también puede suceder que los mismos miembros de la ONPE se encuentren en contra del Estado laico y a favor del Estado confesional.

Lo que debe de quedar claro es que si un grupo religioso quiere orar por el desempeño de los comicios del 10 de abril debe hacerlo de manera privada, con sus propios recursos y en sus propios templos. El Estado no es para eso.  A menos que pensemos que vivimos en un Estado semilaico, con una semidemocracia. Pero eso es tan ridículo como señalar, junto con Steve Levitsky que en Perú las elecciones actuales son semidemocráticas. El Estado es laico o no, así como las elecciones son democráticas o no. El término "semi" se encuentra de más, o es simplemente justificatorio de completamente indebido


Escrito por

Alessandro Caviglia Marconi

Filósofo. Profesor en la Pontificia Universidad Católica del Perú y la Universidad Antonio Ruiz de Montoya.


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